La Fiesta Nacional del Inmigrante generó un movimiento económico de $1.800 millones
La Fiesta Nacional del Inmigrante dejó $1.800 millones en Oberá y ocupación hotelera total. Con artistas nacionales y platos renovados, la cultura y la gastronomía se transforman en una fuente concreta de ingresos en toda Misiones.
Las fiestas provinciales y nacionales que se celebran en Misiones, además de ser grandes eventos culturales, son un motor de la economía regional, que generan movimiento turístico, consumo local y ocupación plena en los servicios.
La Fiesta Nacional del Inmigrante, que culminó hace poco en Oberá, es una muestra contundente del impacto que estos eventos tienen en el circuito económico misionero. Este año, la edición rompió récords con más de $1.800 millones en movimiento económico, de los cuales $500 millones corresponden a los gastos directos de organización y logística. Además, la ocupación hotelera alcanzó el 100% tanto en Oberá como en localidades aledañas.
Visitantes de toda la región y expositores de distintos puntos del país colmaron el predio del Parque de las Naciones, impulsados por una grilla que incluyó artistas nacionales, propuestas gastronómicas renovadas en cada colectividad y una fuerte apuesta al turismo interno.
El fenómeno no es aislado. Fiestas como la de las Raíces en Jardín América, la Yerba Mate en Apóstoles o la Madera en San Vicente también anticipan una temporada alta de celebraciones, donde el valor cultural se combina con un impacto económico tangible. Desde el Ministerio de Turismo destacan que estos eventos contribuyen al sostenimiento del empleo, promueven el consumo de productos regionales y posicionan a Misiones como un polo turístico y productivo.
El éxito de la Fiesta del Inmigrante, en medio de un panorama nacional complejo, confirma que la cultura, cuando se gestiona con planificación y visión local, puede ser una fuente estratégica de ingresos y oportunidades para toda la provincia.
