Un hombre que mutiló a un puma deberá pagarle alimentos de por vida
Luego de que la puma perdiera la pata delantera en una trampa de osos, la Justicia exigió una compensación tanto económica como de concientización.
Argentina01 de abril de 2021Redaccion Multimedios GenesisUnelén significa “la primera en su tipo” en idioma mapuche. Y es que su historia causó jurisprudencia cuando, por haber quedado mutilada en una trampa de osos, el culpable deberá pagar una compensación económica por el resto de la vida de la puma.
El caso se dio el 16 de mayo de 2020, cuando en el Parque Nacional Lihué Calel, una puma quedó atrapada durante dos días en una trampa de osos. "Quien la había colocado, era un productor local, buscando atrapar a un chancho, sin considerar que la colocación de trampas está prohibida en el parque", informa Viviana Antoci, intendenta del Parque Nacional Lihué Calel.
En diálogo con Perfil, Antoci comentó que “luego de que los brigadistas detectaran a la puma, se activó el protocolo de rescate de vida silvestre con intervención de la provincia. Se llamó al veterinario que le hizo la intervención quirúrgica por qué no está en buen estado, de tanto saltar de un lado a otro en el alambre se había destrozado casi completamente la pata delantera”.
Es por eso que, priorizando la vida del animal, se tuvieron que tomar medidas rápidamente. “Una vez que se la durmió, le amputaron completamente la pata delantera y pidió que quedará una jaula pequeña para ver si se recuperaba, porque estaba en muy mal estado.”, dice Antoci.
"Calculamos que estuvo dos días en la trampa, donde luchó mucho sin alimento ni agua”, comentó Viviana Antoci sobre la puma.
Una vez que inició su recuperación hubo que analizar qué sería de la vida de la puma. “Lamentablemente, este hecho le cambió el destino de su vida, más teniendo en cuenta que es joven”, comenta la intendenta del Parque Nacional, quien estima que Unelén tiene entre dos y tres años.
Teniendo en cuenta que los pumas utilizan sus patas delanteras para cazar, y por ende, para alimentarse, no se podía introducirla nuevamente a su hábitat natural. Es por eso que desde la administración del Parque Nacional y con la intervención del Ministerio de Ambiente de la Nación y en colaboración con el Ministerio de Ambiente de la Secretaría de la de Provincia, comenzó una búsqueda de centros de rehabilitación para pumas, en donde podía vivir el resto de su vida.
En este sentido, Antoci afirma que “ahí aparece la posibilidad de Pumakawa, que teníamos varios puntos en común porque trabaja en conservación y restauración. Ahí lo primero que se hizo fue trasladarla a una reserva hasta que por la pandemia se pudo trasladarla al centro de rehabilitación elegido”.
Sobre la pena a la persona que colocó la trampa, deberá pagar $4.000 mensualmente por el resto de la vida de Unelén, teniendo en cuenta que los pumas viven cerca de 20 años en cautiverio. “Esto se hizo para que se responsabilice de las consecuencias de sus acciones, y poder empezar a visualizar la importancia de los centros de rehabilitación”.
Afirma que esta cantidad de plata es “meramente simbólica, ya que es menos de la mitad de lo que se gasta por mes en alimento, serán alrededor de $15.000 y $20.000 mensualmente”.
Haciendo historia
A pesar del ser el primer caso en la historia de la Ley de Fauna Nacional, Antoci afirma que ella simplemente “hizo lo que tenía que hacer”. “No soy muy consciente de esto, el hecho de ver un animal castigado y todo lo que tuvo que pasar la puma para los que estamos en conservación duele muchísimo. Uno no visualiza lo que hizo. Hice lo justo, lo que tenía que hacer”.
Unelén era una puma que era salvaje y ahora se tiene que adaptar a un ambiente nuevo, a una alimentación nueva y a gente nueva. A pesar de que casi pasó un año desde su mutilación, Antoci afirma que “si bien en tema de salud está recuperada totalmente, aún está un poco retraída pero están trabajando en distintas técnicas para incentivarla”.
Actualmente, Unelén se encuentra en una jaula más alejada para que no ponga nerviosos al resto de los pumas y tiene contacto nada más que con una o dos personas para que se vaya acostumbrando a esta nueva vida, comenta la intendenta.
En el centro Pumakawa, la mayoría de los pumas que adquieren son domesticados, lo que implica que les fueron quitados "todos sus conocimientos para defenderse en su medio natural. Entonces cuando no lo quiero tener más, lo llevó en un centro de rehabilitación, que implica un costo de mantenimiento y el hecho de que no lo podemos reintroducir al medio natural porque no sabe sobrevivir", agrega. Por último, Viviana Antoci marca un profundo mensaje: “Tenemos que empezar a ser conscientes de que nuestros actos tienen consecuencias y a visualizar estas temáticas, enseñar y concientizar sobre ellas”.
Fuente: Perfil.