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Acusada del crimen de su pareja está muy cerca de ir a juicio oral

Policiales 24 de abril de 2022 Redaccion Multimedios Genesis Redaccion Multimedios Genesis

La Fiscalía del Juzgado de Instrucción Dos de Jardín América solicitó la elevación a juicio del expediente que investiga el asesinato del comerciante Mario Stasiak (47), quien fuera ultimado de tres disparos de arma de fuego dentro de su vivienda en la localidad de Colonia Alberdi, en julio del año pasado, y en donde la única imputada por el hecho es su propia concubina, Lidia Elizabet M. (57).

De acuerdo a los datos brindados por voceros que intervienen en la pesquisa a este matutino, el requerimiento fue planteado días atrás por parte del fiscal Jorge Fernández al magistrado Roberto Sena, titular del citado juzgado.


Para el representante de la parte acusatoria se recolectaron suficientes pruebas y elementos a lo largo de la causa para sostener la responsabilidad de la mujer en el hecho investigado.

Por esta razón solicitó que el expediente sea elevado a instancia de debate oral bajo la carátula de homicidio calificado.

En tanto, durante las últimas horas se corrió vista del requerimiento a la defensa de la imputada, quien deberá evaluar si plantea oposición al pedido del fiscal o decide abstenerse.

 
Por lo pronto, la acusada aguarda la resolución de su situación procesal fuera de prisión ya que cuenta con arresto domiciliario.


De robo a homicidio
De acuerdo a la reconstrucción que se hizo hasta el momento en la pesquisa se sabe que el homicidio ocurrió la noche del viernes 16 de julio del año pasado en la propiedad que la víctima tenía en Colonia Tacuara, en Colonia Alberdi, localidad ubicada a unos 25 kilómetros de Oberá.

 
Los peritos que intervinieron en el lugar del hecho indicaron que el cadáver de Stasiak presentaba tres orificios bala: uno en el costado izquierdo del cuello, con salida en el rostro, otro en el dorsal izquierdo del pecho y un tercero en la parte anterior del muslo derecho.


En primera instancia la mujer declaró que se hallaba en la cocina cuando oyó tres disparos provenientes de la sala, donde halló a su esposo ya sin vida sentado en el sillón, al tiempo que observó a una persona vestida de negro que escapaba del lugar.

Inmediatamente corrió a pedir auxilio a la casa de un vecino. Luego agregó que al regresar a la vivienda advirtió que el desconocido se llevó 60.000 pesos en efectivo.

Aunque minutos más tarde, y ante una serie de contradicciones en su relato a la Policía, la vista de los investigadores se posó en la concubina. Con autorización de la Justicia se dispuso que se le realice la prueba de guantelete de parafina que luego dio positivo para rastros de pólvora en una de sus manos.

 
Por si fuera poco, los investigadores policiales hallaron un revólver calibre 22 largo escondido en el interior de una cocina a leña en desuso.

 
Además de los tres disparos que tenía el cadáver, también hallaron una bala del mismo calibre en la escena del crimen.

 
Dicho revólver, según los hijos de la víctima, era propiedad del colono y lo tenía desde hacía varios años guardado en la casa.

 
En un principio, la imputada dijo que su marido había sido víctima del ataque de un ladrón que entró a la casa y luego escapó con 60.000 pesos en efectivo.

El Territorio

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