Apóstoles apuesta al mejoramiento genético para consolidar una Cuenca Lechera en la zona

La Municipalidad de Apóstoles presentó hace unos días un ternero nacido de inseminación artificial. Es parte de una apuesta importante de la comuna para mejorar la genética del ganado de los productores locales. La tarea, encarada desde la Secretaría de Producción, con el apoyo de instituciones provinciales y nacionales, apunta al anhelo del funcionamiento pleno de la Cuenca Lechera. Sin embargo, no se restringe solo a eso, sino también a la producción de carne.

No es la única línea que encara la dependencia que está a cargo de Juan Ramón Poterala, pues se apunta a fortalecer otras actividades como la piscicultura y la apicultura.

«Son todas actividades que reportan a la caja chica del pequeño productor, que generalmente sostiene su economía con el cultivo de yerba. Pero esta diversificación refuerza su economía», explicó el funcionario municipal.

Poterala indicó que el paso inicial fue «reforzar lo existente. El Ministerio del Agro y la Producción donó pajuelas y también subsidió la compra de algunas. Nos prestaron un termo y lo recargamos con nitrógeno cada 30 días. Así logramos inseminar vacas lecheras y también de otras razas. La idea es el mejoramiento genético».

«En el caso de uno de los productores de la zona están dando los primeros resultados. De hecho, se presentó un ternero nacido tras inseminación artificial. Esto tiene objetivos a corto, mediano y largo plazo. Lleva muchos años lograr que un ternero esté en producción. Unos cinco años para lograr una lechera. Nos planteamos eso porque hay productores de autoconsumo y los feriantes que le dan un valor agregado al producto», detalló.

Dijo que «la modalidad es hacer conocer el mecanismo, qué tenemos para el interesado. Hay personal capacitado que se contacta con el productor para asesorar. Se brinda un plan sanitario previo al animal, para que tenga un buen estado corporal».

Aclaró que además de la producción lechera está el objetivo de la producción de carne. «Apuntamos a productores minifundistas de hasta 20 vientres. Un toro de primera genética anda por los dos o tres millones de pesos, un monto muy difícil para una unidad económica de agricultura familiar. El productor chico puede quedarse atrás por los costos y le estamos ayudando», afirmó Poterala.

 
 
Añadió que desde la Secretaría también están muy atentos a la piscicultura: “Es una de las zonas más aptas para desarrollar la actividad, porque el suelo es arcilloso, hay muchas nacientes y cuencas hídricas importantes. Hay quienes producen para autoconsumo y el remanente lo comercializa. Otros producen para vender directamente”.

“Asimismo hay apicultores en la zona, con buena calidad de miel. Además, anda bien la horticultura y tenemos criadores de cerdos. La producción es variada. El 70% son minifundistas”, completó el panorama.

Otra actividad que la Secretaría de Producción ha tomado como prioritaria es la protección de vertientes. “Se conformó una mesa interinstitucional de emergencia hídrica (con participación nuestra, INTA, Ministerio del Agro, SENASA, INYM, Agricultura Familiar de la Nación y también la provincial). Fuimos pioneros en la sistematización de caminos, con profesionales de vasta experiencia. Es para innovar en el tema hídrico. El objetivo es que el agua de lluvia se quede en el lugar, en el camino, en la chacra, para reforzar las vertientes”, precisó.

Finalmente, Poterala manifestó su preocupación por que los jóvenes se queden en la chacra. «Tratamos de darles apoyo para evitar el éxodo rural. Los tiempos van cambiando con la tecnología. Por eso ellos tienen que instruirse. Pero para que tengan participación, los más grandes tienen que animarse a darles lugar», reflexionó.

Fuente: EnfoqueMisiones