La Provincia suma nuevas hectáreas al sistema de áreas protegidas

La adquisición se dio a través de una donación de la Fundación Vida Silvestre Argentina. Los lotes, ubicados en Picada Suarez, constan de una superficie de poco más de 80 hectáreas. Esta nueva donación servirá para fortalecer el corredor Foerster-Urugua-í y de esta forma el sistema de áreas protegidas de Misiones. 

En un acto de compromiso con la conservación de la biodiversidad misionera, la Fundación Vida Silvestre Argentina realizó la donación de dos valiosos terrenos al sistema de áreas protegidas de la Provincia de Misiones. Los lotes, ubicados en Picada Suarez, constan de una superficie de poco más de 80 hectáreas: uno de 20,74 ha y otro de 60 ha, con una superficie de bosque nativo del 80% y del 54%, respectivamente.

En este marco, la donación permitirá la expansión del Parque Provincial Guardaparque Horacio Foerster, una importante área natural protegida ubicada en cercanías de Paraje María Soledad, dentro del municipio de Comandante Andresito. Actualmente, este parque abarca 4.980 hectáreas, y a través de la contribución de más hectáreas, se fortalecerán las perspectivas de conservación de la biodiversidad en la región.

 
“Desde que inauguramos nuestra oficina en Misiones en 1999, desde Vida Silvestre trabajamos para proteger, conservar y restaurar la naturaleza misionera. Para ello, fomentamos el trabajo colaborativo con todos los sectores de la sociedad para construir sinergias y lograr mayor impacto”, expresó Manuel Jaramillo, director general de Vida Silvestre.

Una donación clave para Misiones
Esta nueva donación de 80 hectáreas se suma a las 211 hectáreas que la Fundación Vida Silvestre Argentina ha donado en el pasado para fortalecer el corredor Foerster-Urugua-í y de esta forma el sistema de áreas protegidas de la provincia, la cual mantiene más del 52% de la biodiversidad del país. 

“Es necesario para nuestra sociedad actual y las generaciones futuras invertir en la conservación y expansión de estas áreas para asegurar un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación de la naturaleza”, resumió.

Las áreas protegidas desempeñan un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad y en preservar y fortalecer ecosistemas saludables. Son cruciales para el refugio de especies amenazadas, como el yaguareté, promueven la investigación científica y contribuyen a las economías locales y regionales. 

Fortalecer estas áreas no solo garantiza la protección de la vida silvestre y los recursos naturales, sino que también contribuye al bienestar de las comunidades locales al proporcionar servicios ecosistémicos vitales. También son esenciales para brindar soluciones naturales para la adaptación a los efectos del cambio climático.