El Ruso Lohrmann, una vez más prófugo tras escapar de una cárcel en Portugal
Policiales08 de septiembre de 2024Redaccion Multimedios GenesisRodolfo José “El Ruso” Lohrmann (61), el mítico delincuente que supo permanecer más de catorce años como un fantasma hoy vuelve a encontrarse en el submundo de la clandestinidad tras fugarse de la cárcel portuguesa donde cumplía condena por asaltos bancarios y aguardaba ser extraditado a la Argentina para responder por la desaparición del joven correntino Christian Schaerer, el caso de secuestro extorsivo más extenso de la historia criminal del país.
Lohrmann, nacido en Entre Ríos, pero con protagonismo delictivo en Misiones y todo el Litoral, además de Paraguay, estaba detenido en Portugal desde noviembre de 2016, cuando cayó robando bancos y joyerías, aunque recién tres meses después se pudo comprobar su verdadera identidad mediante el cotejo de huellas dactilares.
En Europa, Lohrmann se movía con un viejo conocido, Horacio “Potrillo” Maidana, con quién supo liderar la temible banda delictiva que el 21 de septiembre de 2003 concretó el secuestro de Schaerer en Corrientes, hecho por el cual se pagó un rescate de 277.300 dólares, aunque el joven estudiante de medicina nunca fue liberado y su paradero aún hasta hoy es una incógnita.
En el viejo continente los dos delincuentes con alertas rojas de Interpol continúan moviéndose en tándem. En Bulgaria Lohrmann fue detenido en 2011 por asaltar un blindado y permaneció en prisión hasta 2014 donde, según sus propias palabras, pudo protagonizar “una fuga de película”.
La siguiente noticia llegó en febrero de 2017, cuando las autoridades portuguesas lograron confirmar que los dos hombres detenidos tres meses antes asaltando una joyería a fierrazos eran El Ruso y Potrillo, dos de los delincuentes más buscados de Sudamérica.
El hecho ocurrió en la ciudad de Aveiro, tras lo cual tanto Lohrmann como Maidana quedaron detenidos y afrontando una causa judicial que meses más tarde se tradujo en una condena de 18 años de prisión, pena que cumplían en el presidio de Vale de Judeus, a unos 70 kilómetros de Lisboa y considerada como de máxima de seguridad.
Los presos treparon muros perimetrales de 7 meses gracias a una escalera aportada desde el exterior y huyeron en dos autos.
La fuga
Sin embargo, tras siete años de encierro, el temible delincuente volvió a ingeniarse para huir. La fuga se conoció este sábado a las 12, luego de que los agentes penitenciarios notaran la ausencia de cinco reclusos extranjeros y revisaran las cámaras de seguridad, donde advirtieron que el escape se concretó dos horas, durante el horario de visitas.
Según detallaron, los reos se valieron de una escalera aportada desde el exterior para trepar los muros perimetrales de 7 metros de altura, alcanzar la calle y finalmente subirse a dos vehículos de apoyo. Junto al argentino también escaparon los portugueses Fernando Ribeiro Ferreira (61) y Fábio Fernandes Santos Loureiro (40), además del británico Mark Cameron Roscaleer (39) y el georgiano Shergili Farjiani (33).
“Fue una fuga altamente preparada por personas con mucha experiencia criminal”, consideró Rui Abrunhosa, director general de Reinserción y Servicios Penitenciarios, quien además sostuvo que al momento del escape el presidio contaba con 33 guardias activos, un número levemente por encima de lo recomendado, aunque reconoció que hubo “una falla” en la revisión de las 200 de las cámaras instaladas en el predio.
Luís Neves, el director de la Policía Judicial de Portugal, en tanto, confirmó que sobre los fugitivos ya se libraron sendos de pedido de captura internacional, tanto a Interpol como a Europol y advirtió que “se trata de personas peligrosas y de carácter violento, que harán todo por seguir en libertad”, ante lo cual recomendó que la población “se abstenga” de interactuar o querer retener a los evadidos.
La fuga de Lohrmann no solo vuelve a representar un problema de seguridad, sino que aleja aún más la posibilidad de su pronto traslado a la Argentina para responder por el caso Schaerer.
Su comparecencia en el país es aguardada con expectativa tanto por los fiscales federales Santiago Marquevich y Flavio Ferrini, sino también por Pompeya Gómez, madre del joven correntino y querellante particular en la causa.
Por el caso Schaerer hubo dos juicios y varios condenados, aunque nunca se pudo revelar el destino del muchacho. Tanto los investigadores como su madre saben que los únicos que pueden aportar luz sobre el hecho son Lohrmann y Maidana, quienes nunca confesaron nada ni tampoco detuvieron su sed criminal.
El secuestro de Schaerer, paso a paso
La investigación sobre el secuestro reconstruyó que el joven fue interceptado el 23 de septiembre de 2003 mientras llegaba a su casa en la barrio Las Tejas de la capital correntina y desde allí fue llevado, primero a Saladas, a unos 110 kilómetros de allí, y luego a Paso de los Libres.
En esa ciudad permaneció unos quince días hasta que sus captores lo cruzaron por el río Uruguay hasta la localidad brasileña de Uruguayana, donde permaneció otras dos semanas cautivo en distintos inmuebles.
En octubre de 2003 y, presuntamente desde territorio brasileño, se tuvo la última señal de vida de Schaerer. Fue una grabación enviada a su madre y a su hermano donde el muchacho, entre otras cosas, decía: “Estoy todo destruido, estoy todo quebrado, todo lastimado, todo ensangrentado. Estoy sin comer, estoy sin tomar agua; si no pagan, en pocos días me voy a morir”.
El 6 de noviembre, siguiendo las instrucciones de los secuestrados, la madre de Schaerer, Pompeya Gómez, viajó a Encarnación y luego a Ciudad del Este, donde la hicieron recoger varias postas con indicaciones hasta dejar los 277.000 dólares del rescate en el lugar elegido. Sin embargo, el joven nunca fue liberado.
El recorrido de Schaerer en cautiverio con pruebas fehacientes se pierde allí, en Paso de los Libres. Se estima que, después de Uruguayana, el joven volvió a ser cruzado a territorio argentino, pero desde ese punto no se pudo volver a reconstruir a ciencia cierta sus próximos destinos.
Otras pistas indican que su último paradero habría sido Paraguay, donde habría quedado en manos de organizaciones narco y siguiendo esos rastros el año pasado se dispararon varias excavaciones, aunque tampoco hubo resultados.
Fuente: La Voz de Misiones