El consumo mundial de materias primas se triplicó desde 1970 y amenaza la sostenibilidad
General16 de noviembre de 2024Redaccion RMMEl consumo mundial de materias primas alcanzó niveles alarmantes, superando los 100 mil millones de toneladas anuales. Según un análisis de Materialflows, gestionado por el Instituto Wuppertal de Alemania, la extracción de recursos ha crecido un 235 % desde 1970, con un total proyectado de 104 mil millones de toneladas en 2024. Este fenómeno pone en evidencia el impacto severo de la actividad humana sobre el medio ambiente y el clima, alertan los especialistas.
El informe identifica dos fases en el crecimiento de la extracción de materias primas. La primera, entre 1970 y 2002, fue moderada, con un breve estancamiento en la década de 1990, ligado al colapso de la Unión Soviética. La segunda, a partir de 2003, muestra un aumento más acelerado, impulsado por la expansión económica de países asiáticos. El auge de la construcción y la infraestructura fue un factor clave, con Asia como líder indiscutido en la extracción global.
El estudio clasifica los recursos en biomasa, minerales, combustibles fósiles y metales, revelando un crecimiento desigual:
Minerales industriales y de construcción: 429 % de aumento, reflejando la expansión de infraestructuras.
Combustibles fósiles: 163 % de crecimiento, esenciales para energía y transporte.
Biomasa: Crecimiento del 114 %, impulsado por la agricultura y la silvicultura industrializadas.
Aunque la biomasa es una opción más sostenible, su creciente extracción plantea desafíos como la deforestación y la presión sobre los ecosistemas.
Asia, epicentro de la extracción global.
La industrialización de países como China e India ha llevado a Asia a concentrar el 60 % de la extracción mundial. China destaca con un aumento del 1250 % en la extracción total desde 1970, incluyendo un impresionante 3900 % en minerales. A nivel global, un tercio de los recursos se extraen en territorio chino.
En contraste, América del Norte y Europa han reducido su extracción local, optando por importar recursos, lo que ha desplazado los impactos ambientales a regiones exportadoras como América Latina y África. Estas regiones aumentan su producción para satisfacer la demanda externa sin ver mejoras significativas en su consumo interno o en sus beneficios locales.
El consumo desmedido de materias primas no solo amenaza la sostenibilidad ambiental, sino también la equidad en el acceso a los recursos naturales. La transición hacia una economía circular y el uso de fuentes de energía renovables son claves para mitigar el impacto. Sin embargo, estas medidas requieren cooperación internacional y políticas que promuevan un consumo responsable.
El panorama actual exige una reflexión profunda sobre los modelos de desarrollo. Mientras los países emergentes continúan su crecimiento, el desafío será equilibrar progreso económico con la preservación ambiental y la justicia social.