Crimen en San Vicente: creen que Antúnez Sequeira estaba vivo cuando lo arrojaron al pozo de 30 metros de profundidad

El informe final de la autopsia aún no fue elevado al juez de Instrucción de San Vicente, Gerardo Casco, pero fuentes judiciales adelantaron un dato que pone un marco más macabro aún al asesinato del peón rural Marcelo Antúnez Sequeira: habría estado vivo cuando lo enterraron arrojaron al pozo de agua de 30 metros donde encontraron su cadáver 40 días después de su desaparición.

No fue la única novedad de las últimas horas. El único imputado que tiene el caso, Juan G. (72), último empleador de la víctima, pidió cumplir arresto domiciliario por su edad. El anciano se abstuvo al ser citado a indagatoria por el magistrado interviniente.

Esta semana habrá novedades en cuanto a la conformación de la familia Antúnez Sequeira como querellante en el expediente. De ser confirmado esto, será representada en el proceso por los abogados Claudia Del Piano y Bernardo Iparraguirre.

Los investigadores quieren determinar si el sospechoso actuó sólo en el hecho.

Antúnez Sequeira desapareció el 4 de enero. Ese día salió de su casa en el barrio Trinidad con dirección a la chacra de Juan G. en Picada Zulma, pero nunca regresó. Lo hallaron muerto 40 días después en el pozo del campo de un yerno del ahora acusado, tapado con palos, troncos y piedras. Se cree que lo masacraron a golpes.

En la camioneta del anciano hallaron manchas que serían de sangre.

La víctima trabajó cinco años con Juan G, pero tuvieron un diferendo. E incluso Antúnez habría amenazado con demandarlo. Estuvieron distanciados y el 4 de enero el anciano le dijo que volvería a trabajar para él. El empleado fue y nunca volvió. La familia cree que más que una convocatoria de trabajo se trató de una emboscada.