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El regreso de Rabinovich abrió las puertas a un acuerdo que puede cambiar la historia del cáncer en la región

En solo tres días, recorrió hospitales, universidades y centros de innovación. Evaluó la infraestructura sanitaria como un sistema de salud que funciona, que cuida a los pacientes, que incorpora tecnología y que dialoga con la ciencia.

El regreso de Rabinovich abrió las puertas a un acuerdo que puede cambiar la historia del cáncer en la región

En solo tres días, recorrió hospitales, universidades y centros de innovación. Evaluó la infraestructura sanitaria como un sistema de salud que funciona, que cuida a los pacientes, que incorpora tecnología y que dialoga con la ciencia.

Gabriel Rabinovich, bioquímico cordobés, investigador superior del CONICET y figura central en el mapa científico mundial por sus hallazgos en inmunología y oncología, se retiró de Misiones tras una visita que duró apenas unos días, pero cuyo impacto puede marcar una década

En el clima de esa visita se gestó algo más que un reconocimiento académico: la posibilidad concreta de que Misiones se transforme en un polo de investigación biomédica de referencia nacional e internacional, con el cáncer como punto de partida, y con un modelo de salud pública que —a juicio del propio Rabinovich— “no tiene nada que envidiarle a los hospitales de Europa o Estados Unidos”.

Visión estratégica en medio de la crisis

El contexto no es menor. Mientras a nivel nacional el sistema científico argentino atraviesa una de sus etapas más complejas —con presupuestos congelados, desfinanciamiento y miles de investigadores en alerta—, Misiones sostiene una política contracorriente: apuesta a la ciencia, al conocimiento, a la innovación tecnológica y, sobre todo, a generar una red pública de salud con tecnología de punta y visión integral.

Eso es lo que encontró Rabinovich en su paso por el Instituto Misionero del Cáncer, el Hospital Madariaga, el Banco de Sangre, la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UNaM y otros espacios del Parque de la Salud. Y lo que motivó, también, una serie de definiciones poco frecuentes en boca de un científico de su talla:

“Lo que vi en Misiones es extraordinario. Han construido un sistema de salud que funciona, que cuida a los pacientes, que incorpora tecnología, y que dialoga con la ciencia. Eso, en este contexto, es casi un oasis”, sostuvo en una de sus charlas públicas.

El Parque de la Salud de Misiones. (Archivo)

Y, en declaraciones más íntimas, continuó:

“Este es un lugar donde se puede hacer investigación de calidad. Y eso no abunda hoy en la Argentina”.

Gabriel Rabinovich, bioquímico cordobés, investigador superior del CONICET.

Galectina-1, una proteína que puede cambiarlo todo

Rabinovich lleva más de 30 años detrás de una pregunta esencial: ¿cómo logran los tumores evadir al sistema inmunológico? La respuesta —o al menos una parte de ella— llegó con el descubrimiento de la galectina-1, una proteína que actúa como una especie de “blindaje molecular” de los tumores, neutralizando a las células que deberían destruirlos.

Gabriel Rabinovich llegó con el descubrimiento de la galectina-1.

El hallazgo, que nació en la Universidad Nacional de Córdoba y se gestó en el Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME), se convirtió en una línea de investigación global. En estudios preclínicos, su equipo demostró que bloquear esa proteína con anticuerpos ralentiza la progresión tumoral y potencia otras terapias. De allí surgió también GALTEC, una startup biotecnológica argentina que hoy trabaja con apoyo de agencias nacionales e internacionales —incluidos los NIH de Estados Unidos— para transformar ese descubrimiento en tratamientos clínicos reales.

Y es ahí donde entra Misiones.

Un convenio que puede convertir a Misiones en laboratorio modelo

Durante su visita, Rabinovich avanzó con las autoridades en los lineamientos de un acuerdo de colaboración científica y clínica. Aunque el convenio aún no se firmó, en 2024 el investigador ya detalló los tres ejes que lo sostendrán:

  1. Educación científica: Misiones será parte de un programa para incentivar vocaciones tempranas en ciencia y tecnología, desde escuelas secundarias hasta residencias médicas.
     
  2. Investigación aplicada: El equipo de Rabinovich procesará muestras de pacientes oncológicos del sistema de salud provincial.
     
  3. Ensayos clínicos locales: El IMC y el Hospital Madariaga funcionarán como nodos clínicos para la aplicación de tratamientos basados en galectina-1.

La novedad no es menor: por primera vez una provincia del NEA se integraría a un circuito de investigación internacional con protocolos de alto nivel, sin necesidad de derivaciones ni intermediaciones metropolitanas.

Como paso inicial, donó un citómetro de flujo —tecnología clave para estudios inmunológicos— y confirmó el traslado para ser instalado en Posadas. Y anunció la creación de un grupo de investigación local, liderado por el genetista Edgardo Salvatierra, para estudiar tumores de cuello uterino asociados al virus del papiloma humano, un problema de salud pública con incidencia particularmente alta en la región.

Misiones: entre el reconocimiento internacional y el talento local

La infraestructura impacta, pero el recurso humano es la clave. Rabinovich lo sabe y lo dijo sin rodeos:

“Los profesionales de Misiones están muy bien formados. Ya trabajamos con varios de ellos y seguiremos incorporando más. No hace falta irse del país para hacer ciencia de calidad”.

Rabinovich en el Insituto Misionero del Cáncer (IMC). © Marcos Otaño – Canal Doce.

En esa línea, destacó el caso del farmacéutico misionero Juan Carlos Stupirski, actualmente parte del equipo que desarrolló los primeros test sanguíneos para detectar galectina-1 en humanos.

El objetivo a mediano plazo es claro: convertir a Misiones en un centro de referencia para la investigación oncológica traslacional en América Latina, donde los descubrimientos del laboratorio se apliquen directamente en pacientes.

“Misiones no le debe nada a nadie”

En una charla abierta en la Facultad de Farmacia, donde celebró el 40° aniversario de la carrera, Rabinovich dejó una frase que resume el espíritu de su vínculo con la provincia:

“Misiones no le debe nada a nadie. Tiene los recursos, la infraestructura, el talento y el compromiso político. Solo necesita articular todo eso con inteligencia y decisión. Y lo está haciendo”.

(Archivo 2022) Profesionales de la Salud en Misiones se capacitan en el Centro de Simulación Clínica, que funciona en las instalaciones del hospital Neonatal del Parque de la Salud.

El dato no es menor. En medio de un panorama nacional adverso, donde la investigación científica se enfrenta al desinterés del gobierno central, la provincia aparece como una excepción, con un plan sostenido que incluye inversión en salud, robótica, ciencia y tecnología educativa, y que hoy cosecha un reconocimiento internacional inédito.

Una visita, una alianza y un modelo posible

La visita de Rabinovich fue la señal concreta de que la ciencia argentina aún puede avanzar, incluso en escenarios de crisis, siempre que haya voluntad política, infraestructura sostenida y un objetivo común.

Misiones, con su apuesta por la salud pública y la tecnología, encontró en Rabinovich un aliado estratégico. Y él, en la provincia, un laboratorio vivo para llevar sus descubrimientos al campo clínico y —tal vez— dar un paso más en su carrera que, según voces del exterior, podría llegar algún día a Estocolmo.

Pero si eso ocurre o no, parece secundario. Como él mismo dijo:

“El mayor premio es que los pacientes se curen con algo que descubrimos acá. Todo lo demás es accesorio”.

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