El increíble trabajo de restauración de la catedral de Notre Dame en París

Tenía la mayoría de sus partes de madera. Fue destruida por un fuego devastador en 2019. Data de los siglos XII y XIII y tiene más de 800 años. La revolución de 1789 quiso destruirla pero luego renació. El fuego volvió hace cuatro años. Macrón espera tenerla lista en 2024.

En 1163 empezó su construcción. Sólo para el techo de madera se usaron 700 metros cúbicos de madera, cortada de 52 acres de roble, que equivalen aproximadamente 1.300 árboles. Por esta razón, es conocido como “el bosque”.

La catedral de Notre Dame es la sede del arquidiócesis de París, la capital de Francia. Dedicada a la Virgen María (Notre Dame igual a Nuestra Señora), se encuentra en la pequeña isla de Cité, rodeada por las aguas del Sena. Este es uno de los monumentos más populares de la capital francesa.

 
El retiro de los materiales quemado
El incendio había sido terrible. Quitaron 40.000 postes de andamios quemados y derretidos. Retiraron y catalogaron todas las piezas de las antiguas vigas de madera calcinadas. Luego de realizar este trabajo, pudieron erigir una inmensa estructura de andamios para que el equipo de maestros artesanos, científicos, arquitectos e ingenieros -así como cientos de trabajadores- tuvieran acceso a los muros y vitrales que sobrevivieron al incendio. El problema más riesgoso es que toneladas de polvo de plomo tóxico cubrían el lugar, así que eliminarlo fue una de las primeras tareas. Mientras se realizaba este proceso, los expertos de varias artes ya estaban ocupados con varios estudios para comprender el tejido de esa megaestructura medieval.

Para ello, tenían que decodificar pistas del pasado y utilizar tecnología pionera para reconstruir la gran edificación. Mediante este estudio, se ha revelado tecnología antigua oculta durante siglos, materiales pasado por alto en la historia. Es verdad que la catedral fue construida con madera, vidrio y piedra pero también tuvo un metal protagonista.

 
Edificio de estilo gótico
Se trata, claro está, de uno de los edificios de estilo gótico más destacados y antiguos. El uso innovador de bóvedas y de crucería, enormes rosetones multicolores, así como el naturalismo y la abundante decoración escultórica, la distinguen de la arquitectura románica.

Alrededor de la iglesia hay 28 arbotantes arcos de piedra caliza que refuerzan los muros en el exterior, y al frente dos torres poderosas con diez enormes campanas de bronce en el interior que se elevan más de 68 metros hacia el cielo de París.

Cada roble del bosque fue seleccionado a mano por las propiedades físicas necesarias en la estructura del techo, desde roble recto denso para pilares, hasta el curvo para arcos de soporte. Durante el incendio, el fuego consumió ese intrincado rompecabezas de madera de 500 toneladas rápidamente.

 
Además de 850 robles, se necesitaban artesanos versados en el arte de las prácticas de carpintería medieval y un plano para reconstruir la que posiblemente es la estructura de madera más compleja de Europa. Para recrear esto, se logró contactar con ebanistas reconocidos de Francia, y también con alguien que poseía los secretos geométricos del bosque perdido.

Luego estaba la aguja (Ver su derrumbe en el momento del incendio fue un momento dramático) que es una obra maestra de ingeniería de 360 toneladas. Se encontraba escondida debajo de 16 estatuas de cobre y 140 toneladas de láminas de plomo, era un complejo esqueleto de vigas de roble que algunas poseían hasta 20 metros de largo.

Una obra del siglo XIX
Fue construida en el siglo XIX por lo que sus vigas fueron cortadas con sierras, 45 aserraderos decidieron colaborar en la restauración, así que depende de ellos transformar 1200 robles en vigas impecables con las dimensiones precisas necesarias para la nueva aguja.

“Es vertiginoso pensar que vamos a construir una estructura de madera de 65 metros de altura encaramada a 35 metros del suelo, en mampostería del siglo XIII que fue afectada por el incendio”, confesó el arquitecto Rémi Fromont, jefe de monumentos históricos, quien desde el 2014 dedicó todo un año a mapear cada centímetro de la estructura de roble.

 
Después de que el incendio del 15 de abril de 2019 causara grandes daños en la catedral. Inmediatamente desde ese entonces, los franceses han estado trabajando arduamente para restaurar el lugar sagrado. A finales de enero de 2021, se llevaron a cabo los primeros pasos. Se han hecho grandes avances en la restauración de la cúpula, que fue una de las primeras cosas en ser destruidas en el incendio. Cabe destacar que alberga el espacio para 9.000 fieles y que sus paredes de 33 metros de altura contienen más de 3.000 metros cuadrados de vitrales.

Los trabajadores han arreglado la estructura de hierro que rodea la cúpula y han iniciado con el proceso de restauración de los tejados y los muros exteriores. Además, incluye la restauración de los vitrales y de las obras de arte que fueron afectados por el incendio, asimismo se han recuperado numerosas obras como esculturas y pinturas, que han sido restauradas a su estado original.

Se espera que la restauración de Notre Dame siga adelante durante el año y que la catedral vuelva a su antiguo esplendor para finales del 2024 según el presidente Emmanuel Macrón, será un hecho que recordarán durante muchos años y estarán orgullosos del resultado final.

Tras el incendio: El futuro de la Catedral
Después del devastador incendio de la catedral de Notre-Dame, muchas preguntas se han formulado acerca de su futuro. El monumento histórico, que data del siglo XII, ha sido testigo de muchos acontecimientos importantes a lo largo de los años. Tras el incendio, el Gobierno francés ha declarado que reconstruirá la catedral a su antiguo esplendor. Los arquitectos y expertos están trabajando arduamente para asegurar que la catedral logre conservar el mismo estilo y características que la hicieron famosa.

Muchos todavía se preguntan si será posible restaurar la catedral a su antiguo esplendor, los expertos mantienen la esperanza de que inclusive sea aún mejor que la anterior versión. Muchas piezas originales se han salvado del incendio, incluyendo el techo y la famosa vidriera, estas partes originales serán una gran ayuda para los arquitectos y expertos que trabajan en esta obra.

Además de devolver la catedral a su antiguo esplendor, los arquitectos están trabajando para incorporar elementos modernos. Estos elementos incluirán nuevos sistemas de seguridad, una mejor iluminación y una mayor accesibilidad para personas con discapacidad. Esto no solo mejorará la seguridad de la catedral, sino que también permitirán que siga siendo un lugar de culto para los parisinos.

No es la primera restauración de la catedral
En 1789 en el apogeo de la Revolución Francesa, las fuerzas anticatólicas destruyeron partes de la catedral. Como consecuencia Notre Dame permaneció en un estado de abandono. Esta realidad cambió cuando Víctor Hugo escribió “El jorobado de Notre Dame” en 1831, la cual provocó una restauración que completó la catedral con un nuevo techo, un chapitel de madera y plomo de 750 toneladas, una réplica más elaborada de la aguja original medieval.

Fromont se esperanza:  “Lo vamos a replicar a la perfección, porque si no la estructura se comportará de una forma distinta”, afirmó convencido de su investigación.

Luego está la aguja que es una obra maestra de ingeniería de 360 toneladas. Se encontraba escondida debajo de 16 estatuas de cobre y 140 toneladas de láminas de plomo, era un complejo esqueleto de vigas de roble que algunas poseían hasta 20 metros de largo.

Fue construida en el siglo XIX por lo que sus vigas fueron cortadas con sierras, 45 aserraderos decidieron colaborar en la restauración, así que depende de ellos transformar 1.200 robles en vigas impecables con las dimensiones precisas necesarias para la nueva aguja. “Es vertiginoso pensar que vamos a construir una estructura de madera de 65 metros de altura encaramada a 35 metros del suelo, en mampostería del siglo XIII que fue afectada por el incendio”, confesó el arquitecto.

 
Mientras tanto, el andamio permite a los expertos, por primera vez en 160 años, acceder a tres rosetones que datan de los siglos XII y XIII, y que en conjunto incluyen 1.100 paneles.

Llenas de imágenes de leyendas antiguas, escenas bíblicas y santos, estas maravillas caleidoscópicas han sido restauradas muchas veces a lo largo de los siglos, como cápsulas del tiempo que guardan misterios para que los exploren los expertos en vidrio.

Hierro, el material escondido
“Me sorprendió que hubiera tanto hierro que nunca antes se había estudiado realmente”, declaró Maxime L’Héritier quien es arqueólogo de metales a la BBC. Sin dudas ese metal escondido en toda la catedral develó uno de sus misterios arquitectónicos.

Unas grapas visibles de hierro con 45 centímetros de largo aseguraban los grandes arcos por debajo y evitaban que los bloques de piedra fueran separados por las enormes fuerzas en la estructura de la catedral. Al observar esto el arqueólogo añadió: “Están incrustadas en la parte más antigua de la mampostería de Notre Dame”.

A los 20 metros por encima de la parte superior de las paredes de Notre Dame, el derrumbe de un techo ha revelado estructuras de hierro previamente ocultas que pueden explicar cómo esta catedral desafía la gravedad. “Es realmente emocionante porque se trata de estructuras desconocidas que son únicas en la arquitectura gótica, hasta donde sabemos”, afirmó L’Héritier.

 
Es posible que a los constructores medievales les preocupara que el peso del techo separara las piedras de las paredes que lo sostenían, por lo que conectaron estas piedras con más de 500 grapas formando un anillo de hierro que mantenía unidas las paredes.

“Las grapas colocadas por el maestro mampostero medieval para reforzar las paredes principales superiores pueden haber evitado su colapso durante el incendio”, las grapas de hierro desempeñaron un papel fundamental después del incendio de abril de 2019.