Delincuentes forzaron una de las ventanas de la sala periférica e ingresaron al lugar, además de llevarse una computadora, un módem, un juego llaves, una pava eléctrica, una estufa de pared, dejaron el centro destrozado y sin la posibilidad de brindar una atención adecuada a pacientes. Este acto de violencia ha generado una gran preocupación en la comunidad, ya que atenta directamente contra la salud pública. Los agentes sanitarios expresaron su más enérgico rechazo hacia este tipo de acciones delictivas, que no solo afectan al personal y las instalaciones de atención médica, sino también a todos los ciudadanos que dependen de los servicios de salud, y se espera que las autoridades correspondientes realicen las investigaciones pertinentes y se tomen las medidas necesarias para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.