Cómo es el protocolo de Cibercrimen para actuar en casos de explotación sexual infantil

La división especial de la Policía de Misiones tiene un rol clave ante denuncias por delitos sexuales informáticos. Su intervención permitió a la Justicia avanzar en la investigación al diputado de Activar, Germán Kiczka, en Apóstoles.

La intervención de la Dirección Cibercrimen de la Policía es determinante cuando se trata de de un caso de explotación sexual infantil, con modalidad online. La unidad de expertos en ciberdelitos actúa en base a un protocolo que tiene como ejes la discreción y no revictimizar a los denunciantes.

Así como para el allanamiento de la vivienda de Kiczka, como en otro caso similar, esta dirección actúa por orden judicial. Más allá de que tiene la potestad de recibir denuncias en su base operativa, durante las 24 hs, previo a los pasos a seguir debe consultar con los magistrados.

Cibercrimen cuenta con un gabinete de especialistas en las distintas modalidades delictivas en el plano virtual. Una sección se ocupa de los casos de explotación sexual infantil.

Al tratarse de distribución de material explícito de abusos, los analistas y peritos web son los encargados de abordar los dispositivos involucrados.

Discreción y preservación de pruebas

Como ocurre con otras unidades dependientes de Inteligencia Criminal, Cibercrimen apela a su rol encubierto en las investigaciones. Para los patrullajes virtuales y pericias de materiales de interés, el agente trabaja en el anonimato. Cada elemento probatorio es puesto bajo cadena de custodia y derivado al juzgado que disponga la actuación.