“Me llevaron al monte y me violaron”, rompió el silencio el joven posadeño que denunció a dos policías por torturas y abuso sexual

Un joven posadeño de 22 años denunció a dos oficiales de la Policía de Misiones por torturas y abuso sexual. La víctima rompió el silencio .

Elías Genes tiene 22 años y admite haber estado privado de su libertad en varias oportunidades, todas ellas por delitos contra la propiedad. Por jurisdicción, siempre fue alojado en la comisaría vigésima, en el barrio Sol de Misiones, en la capital provincial.

El joven hoy vive con miedo y amenazado por los propios policías que deberían velar por la seguridad de los vecinos. Es más, decidió mudarse con su papá y se niega a ir, inclusive, al kiosco, por miedo a que los efectivos cumplan con su palabra.

Elías rompió el silencio y se animó a relatar lo que padeció el fin de semana, tras estar detenido por robo en la comisaría vigésima de Posadas. “Yo estaba detenido, me sacaron de la celda, me golpearon y me volvieron a meter ahí adentro. Después me volvieron a sacar de la celda, me subieron a una patrulla y me llevaron al monte, y abusaron de mí. Me dejaron tirado y desmayado, luego volvieron y me llevaron de vuelta a la comisaría para firmar mi libertad”, recordó.

Contó que llegó a casa de su madre golpeado y sangrando, en diversas partes del cuerpo. “Me bañé, me saqué la ropa y fuimos con mi mamá a hacer la denuncia, ahora estamos esperando la orden del juez”, hizo referencia al magistrado Monte, hoy de turno.

Mencionó que conoce a ambos policías porque cumplen servicio en la comisaria del barrio Sol de Misiones. “Los conozco desde antes, estuve varias veces detenido en esa comisaría. Los policías son ambos oficiales, Benítez y Gallardo. Me llevaron atrás del club de Camioneros, en el barrio Bicentenario”.

Aseguró que el comisario a cargo de la dependencia policial desconocía que los uniformados lo habían sacado de la celda y lo trasladaron en una patrulla. “Los policías me dijeron que no diga nada porque me iban a matar. Me golpearon, me hicieron tomar agua y me dejaron inconsciente, después abusaron sexualmente de mí”.

Continuó, “Estoy viviendo con mi papá, tengo miedo porque recibí amenazas, no salgo ni a comprar. Yo lo único que pido es justicia, la Policía fue a la casa de mi vecina para saber cómo era mi conducta. Estoy un poco más tranquilo porque nadie sabe dónde estoy, sólo mi familia”.

Cerró y expresó que “Cuando caía preso ahí, siempre me golpeaban, me decían que me calle la boca, pero no me voy a callar para ellos solamente porque son policías”.