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Un año del gobierno de Javier Milei: entre yerba, rutas y tractores

Argentina10 de diciembre de 2024Redaccion Multimedios GenesisRedaccion Multimedios Genesis
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Hoy, al cumplirse un año del gobierno de Javier Milei, los productores yerbateros enfrentan una crissi que revive las tensiones de los años 90. El precio de la hoja verde ha caído significativamente, dejando a miles de pequeños productores al borde de la quiebra. En Misiones, el corazón de la producción yerbatera, el descontento crece mientras los costos de producción superan los ingresos.

Como ocurriò en los años de la converitbilidad, el desequilibrio entre los precios fijados y los costos reales lleva a los productores a retomar medidas de protesta. La famosa desregulaciòn del mercado, que la oferta y la demanda arreglen todo. Los cortes de ruta, que fueron una constante en las luchas del pasafo, están regresando como símbolo de una resistencia que se niega a desaparecer. 

El eco de los tractores retumba nuevamente en las rutas de la Provincia. Algunos productores ya hablan de una movilización similar a los históricos "tractorazos" de los 90, cuando la lucha de la chacra buscaba hacerse escuchar ante un modelo económico que favorecía a los grandes molinos y olvidaba a los pequeños y medianos productores.

El tema "Tractor opaco", que naciò como un canto de protesta en aquellos tiempos, vuelve a cobrar sentido. Sus versos, que hablaban de la lucha y el sacrificio en el campo, resuenan en un presente que parece repetirse. Las rutas se llenan de voces que claman por justicia, mientras los productores reclaman polìticas que garanticen precios justos y el sustento de sus familias. Y una vez màs me pregunto ¿por qué vivir lo mismo? ¿Por qué la gente terminó votando a su verdugo?

Este primer año de gobierno nos deja una postal preocupante: industrias cerradas, más de 16000 pequeñas empresas, ayer sin previo aviso cerró avon dejando a casi 300 trabajadores sin trabajo, precios agrìcolas en caída, y un colono que, lejos de prosperar, vuelve a luchar por su supervivencia. La historia parece repetirse, pero esto me recuerda que no estaba equivocado con mi análisis, antes de las elecciones y durante los meses de libertad. Será que fue tan fuerte la herida que me dejó esa época de mi vida, recién casado, hijos chicos y la decisión en aquel momento de instalarme en Brasil aunque amaba mi país pero condenado a aceptar la resignación.

Debe ser por eso que marcó tanto aquel momento, donde las miradas eran tristes de un pueblo sin esperanzas.

La solución no llegará solo desde el reclamo; se necesita una verdadera planificación que entienda la importancia de la producción, como motor económico y social del país. Cuidar la pequeña pyme generardora del 80% del trabajo argentino porque sin nuestras pymes, sin nuestras fábricas y sin nuestros trabajadores no hay Argentina posible.

Y una vez más resuenan en mi mente tantas preguntas a las que no encuentro respuesta, por qué la gente volviò a este tipo de país sólo para unos pocos, con rentas en dólares del 57% para el que la ve, aquel que comrpa y vende con una computadora cosas que ni siquiera son fìsicas, estamos fritos cuando solo gana el sector financiero decía un viejo amigo.

Hoy, mientras los tractores avanzan por las rutas, es momento de escuchar y actuar. Porque no podemos permitir que se apague el motor que mantiene vivo el país.

Pero hay que darle tiempo dicen algunos entendidos. Tiempo que ya muchos ya no tenemos de pasar por lo mismo por tercera vez. Una sociedad ausente de los verdaderos problemas sociales, polìticos y económicos de mi Argentina.

(RMM)

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