Arabia Saudita fue confirmada como sede de la Copa Mundial 2034

El país gastó más de 6.000 millones de dólares en un plan por recibir al Mundial 2034 para “lavar su imagen” por las violaciones de los DDHH.

Arabia Saudita fue confirmada como anfitriona de la Copa del Mundo de 2034. Fue en un esperado, pero controvertido, movimiento que concentrará la atención en el país por su historial. Sobre todo en derechos humanos y las preocupaciones tras los abusos a los trabajadores inmigrantes durante la Copa del Mundo de 2022 de Qatar.

La FIFA celebró un congreso especial en Zúrich el miércoles por la mañana, dirigido por su presidente, Gianni Infantino, para dar a conocer a los organizadores de los Mundiales 2030 y 2034.

El Mundial de 2030, por otra parte, será organizado conjuntamente por España, Portugal y Marruecos, con partidos adicionales en Argentina, Paraguay y Uruguay. Asimismo, se confirmó formalmente a Arabia Saudita como sede del Mundial de 2034.

La polémica por Arabia Saudita al frente del Mundial 2034
El país de Asia occidental fue el único que presentó una candidatura competitiva para el torneo de 2034, considerada como parte de los esfuerzos por modernizar su imagen global.

Arabia Saudita pretende albergar los 104 partidos del mundial de 2034 en 15 estadios. Ocho de estos aún no se construyeron, pero están repartidos entre Jeddah, Abha, Al Khobar, Neom y un recinto de 92.000 localidades previsto en Riad.

El plan del país fue criticado, en primer lugar, por la aparente facilidad con la que la FIFA aprobó la candidatura, y en segundo por contribuir a los esfuerzos del país por “lavar deportivamente” su historial de abusos contra los derechos humanos. La FIFA argumentó que podría ayudar a impulsar un cambio positivo en el país.

“Como nación que ama el fútbol, se espera que los fanáticos salgan naturalmente a las calles y celebren este momento histórico si su país es confirmado como anfitrión”, dijo el equipo de la candidatura saudí en un comunicado.

¿Por qué es tan controvertido el Mundial árabe?
Las razones que generaron debate fueron la rapidez del proceso de candidatura y confirmación; la preocupación por los abusos laborales y contra los inmigrantes que marcaron los preparativos de Qatar para el Mundial de 2022; y la inquietud que genera la intención de Arabia Saudita de “lavar deportivamente” su historial de violaciones de los derechos humanos.

Desde octubre se sospechaba la elección del país para la Copa del Mundo de 2034. Esto teniendo en cuenta que el único otro país interesado, Australia, dijo que no presentaría una candidatura competitiva.

Los demás países solo tenían 25 días para reunir sus propuestas. Human Rights Watch instó a principios de este mes a la FIFA a rechazar la candidatura árabe. Aseguraron que el país no se comprometió a proteger a los trabajadores inmigrantes que probablemente serán contratados para construir las enormes infraestructuras necesarias para albergar un torneo de estas características.

Arabia Saudita creció en el ámbito deportivo en los últimos años, como la gira LIV de golf y su incursión en el mundo del tenis. Esto llevó a los analistas a argumentar que está intentando “lavar deportivamente” su reputación. The Guardian informó de que el país gastó más de 6.000 millones de dólares en acuerdos deportivos entre 2021 y 2023.

El Informe sobre la Brecha Global de Género 2023 del Foro Económico Mundial clasificó a Arabia Saudita en el puesto 131 de 147 países. Resalta la dramática brecha en educación y derechos laborales para mujeres y hombres. El país no reconoce los derechos del colectivo LGBTQ y la homosexualidad sigue castigada con penas de prisión, muerte y palizas.

Con información de Forbes