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En Corrientes y Misiones reconocen la falta de modernización en maquinaria

Es uno de los motivos que genera faltante de materia prima en el mercado interno, sumado a los pedidos del mercado externo. Solicitan un plan de financiación nacional.

Argentina 28 de abril de 2021 Redacción Redacción

El debate que se está dando desde principio de este año en torno a la exportación de rollizos de madera, es decir sin ningún proceso de industrialización, desnudó otra realidad en la región: la obsoleta maquinaria utilizada tanto en el sistema de cosecha como en el transporte. Así lo plantearon con todas las letras los principales representantes de la cadena forestal de Corrientes. “Es una postura que coincide con todo lo que venimos planteando”, afirma Hugo Escalada, director del Instituto Forestal Provincial (Infopro).

En forma resumida repasa sobre los aspectos sobre los cuales desde Infopro tienen la misma mirada: “El colapso en el sistema de cosecha y transporte se acentúa debido al estado de situación de las tecnologías utilizadas, muchas de ellas obsoletas producto de que por muchos años el precio de la materia prima ha tenido un precio local muy bajo, incluso más bajo respecto de los países de la región”.

 
También añade que la “demostración de ello es que los productores han dejado de reponer la madera cosechada debido a la imposibilidad de afrontar sus propios costes de implantación lo cual lo vemos como un potencial problema en el largo plazo en términos de perdida de patrimonio forestal”.

 
En el Censo Nacional de Aserraderos que se dio a conocer a fines de 2017 relevó que en las provincias de Entre Ríos, Corrientes y Misiones se contaba con 766 aserraderos, y con una antigüedad promedio de la maquinaria que rondaba los 20 años para toda la región. Es decir, las tres provincias presentaban valores parecidos de edad promedio de las máquinas.
Pero, a su vez, desde Misiones reconocen que lo previo forma parte de la realidad del sector, pero que no es el único factor a tener en cuenta en este momento.

 
Es lo que plantea Román Queiroz, presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), que en ese ámbito a su vez representa a la Asociación Maderera y Afines del Alto Paraná (Amayadap). Observa que es un conjunto de factores.

Está de acuerdo en que “hace falta más financiamiento”, en torno a la falta de recursos para invertir en nuevas maquinarias y lograr de esta manera “ser más competitivos, en cuanto a equipamientos de cosechas”.

 
Pero, a su vez, al plantear que “no hay un solo motivo por lo cual hay falta de abastecimiento a la industria” en la zona, entiende que “es la sumatoria de muchos problemas”.

Uno de los aspectos señalados “es que también hay exportación”. En esta misma línea reflexiona que quienes quieren exportar, “cargan sin problemas toneladas y toneladas de materia prima y no tienen problemas en equipamiento para realizar las cosechas”.

 
En cambio, de manera contradictoria, “cuando hay que mandar para las industrias de la región, sí hay inconvenientes”.

 
Por ello, entiende que “hay una sumatoria de cuestiones por los cuales las industrias tienen problemas de abastecimientos: el mal tiempo registrado en enero y febrero, que a raíz de la lluvia no se pudo sacar la producción de manera regular; la falta de equipos para esas situaciones como para desplazarse en caminos en mal estado y la exportación de rollos”. Estas son los factores que en conjunto inciden, a criterio de Queiroz, sin descartar tampoco lo que plantean las cámaras de Corrientes.

 
Gabriel Marangoni, integrante de Amayadap, también añadió que los planes anunciados por parte del gobierno nacional para este tipo de inversiones no terminan de ser ejecutados y los que ofrece la provincia no resultan suficientes, por los altos montos que implica la renovación de maquinarias.Del mismo modo, algunos propietarios plantean la necesidad de cambiar sus unidades.

 
A partir de los rollizos

 
De esta manera, se presentan dos miradas concretas en torno a la polémica generada por las exportaciones de rollos. A principio de febrero, los integrantes de la comisión directiva de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (Apicofom) fueron los primeros en advertir el impacto que tendría a las provincias productoras las salidas de rollizos por los puertos de Entre Ríos, con destino a China e India. La primera exportación de rollizos de madera se comenzó a concretar a este último destino a fines de diciembre del año pasado. Apicofom indicaba que la compra de madera de parte de las empresas exportadoras a los productores de la región involucraba a productores en más de 110.000 hectáreas de montes de cultivo en estado de corte, tanto en Entre Ríos como en Corrientes y que comenzaba a afectar a Misiones.

 
Por entonces, los directivos de Apicofom expresaron su preocupación y emitieron un comunicado en el que señalaban la situación e insistían en que se debe hallar un equilibrio para evitar grandes pérdidas locales.

 
En Corrientes

 
En tanto, en Corrientes, desde las principales entidades de la cadena forestal de esa provincia refirieron sobre las exportaciones de rollos que se están realizando actualmente desde Corrientes y el abastecimiento de materia prima a las industrias locales. “Aclaramos que la exportación de rollizos no es el motivo de la falta de disponibilidad de materia prima en los aserraderos y otras plantas industriales de la provincia”, comienzan señalando. “Si bien hay un sobrante en la existencia maderable actual forestal de la provincia (se aprovecha solamente el 38% de lo que producen los bosques), la falta de disponibilidad de la materia prima en los aserraderos está dada principalmente por la limitada capacidad de cosecha y transporte forestal existente, actividades que se vieron desbordadas ante el repentino incremento en la demanda de rollizos”.

 
A ello, las industrias representadas de Corrientes sostienen que “el colapso en el sistema de cosecha y transporte se acentúa debido al estado de situación de las tecnologías utilizadas”, es donde plantean los valores que tuvo históricamente la materia prima y en consecuencia las dificultades para avanzar hacia un proceso de modernización de sus maquinarias.

 
Entienden que se debe “fomentar el comercio y desarrollo sectorial apuntalando a la industria como eslabón estratégico para el desarrollo de la cadena de manera integral en su conjunto”. 

 
Propietarios indican el anhelo de adquirir nuevas unidades

 
La falta de modernización de la maquinaria se dan en distintos puntos de la provincia. También el problema de falta de acceso a financiamiento.

 
Desde Ruiz de Montoya, Leani Wegner, secretaria de la Cooperativa de Trabajo Los Lapachos, que tiene un aserradero, aseguró: “Acá hay necesidad de adquirir nuevas máquinas, si es por mérito propio es muy difícil adquirirlas”.

 
Puntualizó que “hay intenciones de renovar las máquinas de trabajo que tienen, pero el presupuesto hoy es muy ajustado”.

 
La referente de la cooperativa señaló que por el momento tienen buen abastecimiento de madera, “trabajamos más bien con pino y la verdad que hoy tenemos la materia prima para trabajar”.

 
Rubén Dererer, propietario del aserradero El Trébol en Capioví, expresó: “Actualmente no estamos pasando por una buena situación económica y a la hora de pensar en comprar maquinaria se complica, el hecho es que todo está valuado en dólares y la venta es en pesos”.
Karina Griss, dueña del aserradero Maderas Yateí, también de Capioví, afirmó: “Comprar maquinaria hoy es imposible, no hay financiación y todos los precios están en dólares”.

 
Indicó en cuanto al abastecimiento de la madera en su aserradero que dependen del tiempo: “Somos una empresa chica, estamos sujetos al estado del clima, nuestros proveedores no cuentan con máquinas para trabajar en el monte cuando llueve mucho”. Afirmó que “este mes hay una baja en ventas y esperamos que se vuelva a reactivar”. 

 
Plantean que el problema es la falta de financiación

 
La forestoindustria tiene dificultades para adquirir nuevas maquinarias o repuestos.
De acuerdo a lo explicado por el ingeniero Gabriel Marangoni, los problemas derivan ante la falta de financiación y las dificultades en conseguir la aprobación del Banco Central para girar dólares.
“La dificultad mayor, subrayó Marangoni, es la falta de financiación. Los planes anunciados por parte del gobierno nacional para este tipo de inversiones no terminan de ser ejecutados y contraer un préstamo en los bancos por otra vía representa un costo financiero que lo hace inviable”.

 
La provincia tiene una línea de créditos a través del Fondo de Crédito de Misiones.
Entiende que el problema que existe con la financiación del Fondo de Crédito de Misiones “es que son montos muy bajos para las necesidades de la industria. Si no me equivoco, el monto máximo es 10 millones de pesos y eso, a dólar oficial, representa unos 10 mil dólares. Y una maquinaria, depende de cual sea, arranca en 100 mil dólares, una sierra de última tecnología hablamos de 200 mil dólares. Entonces a pesar del esfuerzo de la provincia los montos no alcanzan”, añadió Marangoni que es vocal de la Asociación Maderera y Afines del Alto Paraná (Amayadap).

 
El otro problema existente, según apuntó, es la lentitud del Banco Central en aprobar los dólares necesarios para hacer la inversión.

 
De acuerdo al monto los trámites suelen tardar cuatro meses. “Hay casos de empresas que exportan madera, es decir que hacen ingresar dólares al país, que tienen el dinero para comprar, y aun así los trámites son muy lentos. Otra empresa para poder comprar un repuesto que sale ocho mil dólares tuvo que esperar un mes y medio para que lo autorizaran”.

 
Los pedidos

 
Desde la forestoindustria ya se hicieron los planteos al gobierno por la situación. “Es un tema que siempre está en la agenda”, explicó Marangoni; “desde las asociaciones empresarias se ha planteado pero todavía no hay respuestas al problema”, apuntó.

 
Uno en construcción

 
Añadió Marangoni a su vez, que “muchos aserraderos están pasando por este problema. Incluso el aserradero nuevo que se está montando en Colonia Victoria, que tiene un respaldo importante, le vienen autorizando las compras de maquinarias por partes. Es un problema que se debería solucionar”.

 
Sobre esta nueva industria se avanza con la obra de instalación de maquinaria moderna para la línea de aserrado, tirantería y machimbres.
De acuerdo al proyecto, la industria tiene previsto abastecerse de plantaciones propias de pino y también a través de terceros. (El Territorio)

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