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Bichos misioneros que meten miedo: la yarará

Curiosidades 13 de noviembre de 2020 Marcelo De Lisio

Si de bichos se trata, la provincia de Misiones le gana al resto del país en cuanto a cantidad y variedad. Microscópicos, descomunales, de un solo color o de varios, inofensivos o peligrosos, en la tierra colorada hay lugar para todos. ¡Un inventario de especies de nunca acabar! La palabra “bicho” es muy utilizada por los misioneros. Su alcance es ilimitado, ya que designa a todo tipo de animal que no sea humano, incluida la yarará.

Entre la variedad de seres vivos que pululan por el territorio misionero, la yarará pertenece al grupo de los peligrosos. Es una víbora con la que hay que tener cuidado, mucho respeto y un poquito de miedo. No necesariamente porque sean peligrosas, sino porque algunas de ellas tienen la pretensión de compartir el espacio con los lugareños humanos. Y, para lograr eso, se defienden, lamentablemente demasiado bien.

La yarará no entiende de fronteras, sin embargo, hay muchísimos casos de picaduras en la provincia de Misiones. Especialmente, durante la temporada de verano es cuando comúnmente las víboras irrumpen en las actividades cotidianas de los misioneros. Y, si bien no suelen aparecer por el centro de la ciudad, hay casos que demuestran lo contrario. “Estos encuentros van a seguir ocurriendo y hay que tener cuidado”, explicó Amado Martínez, de la ONG “Yarará en Acción”. El herpetólogo destacó que la pérdida del hábitat natural de esta especie produjo su migración a las ciudades misioneras.

¿Qué hacer si me pica una yarará?
Hablar de víboras o verlas en la tele es una cosa, pero cruzártela es otra muy diferente.

En Argentina hay un promedio de 700 accidentes por mordeduras de serpiente por año, de los cuales el 90% son de yarará. ¿Qué hay que hacer si aparece alguna de estas especies en mi camino? Un consejo rápido: no correr como un maniático. ¡Y menos en ojotas!

En caso de ser mordido, la Asociación “Yarará en Acción” recomienda alejarse de la zona y mantener la calma. Porque, en caso de ser venenosa la especie, con la agitación y el nerviosismo el veneno se expande en el cuerpo con mayor rapidez. En segundo lugar, ir inmediatamente al hospital. Por último, comunicarse con la asociación o el centro especialista para informarse sobre las culebras, yararás y otras especies autóctonas.

“Queremos que la gente conozca a quién proteger y de quién protegerse”, indicaron desde la asociación. El desconocimiento produce que muchas personas eliminen animales que son importantes para la cadena alimenticia. “Bichos” que evitan la proliferación de enfermedades a través de la eliminación de otros bichos como ratas.

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