Destrucción del mural del centenario genera indignación en la comunidad de Puerto Rico

La reciente destrucción del mural conmemorativo del centenario de Puerto Rico, creado por talentosos artesanos locales, ha generado una ola de indignación entre los habitantes de la ciudad. Las obras de remodelación y refacción del Paseo Mi Solar, que comenzaron el 30 de septiembre, han arrasado con esta pieza emblemática que simbolizaba la dedicación y esfuerzo de la comunidad.

El mural, que representaba la riqueza cultural y natural de la región, fue realizado por un grupo de artesanos que se unieron para celebrar el centenario de Puerto Rico, bajo el auspicio de la Secretaría de Cultura. La decisión de destruirlo ha sido recibida como una falta de respeto hacia quienes contribuyeron con su tiempo, recursos y talento.

Una de las artesanas involucradas expresó su descontento: “Nos convocaron para crear algo especial para el aniversario, y ahora, con la excusa de que no podían sacarlo sin dañarlo, lo destruyen. Es una total falta de tacto.”

La comunidad ha manifestado su desaprobación en redes sociales, donde varios ciudadanos coincidieron en que el mural podría haber sido preservado y que la falta de consideración por el arte y la cultura local refleja una desconexión entre las autoridades y los residentes. Otros comentaron: “Ese mural podría haber perdurado por años y servir como un recuerdo para las futuras generaciones. Destruirlo es desestimar el esfuerzo de todos los que colaboraron.”

Además, muchos ciudadanos han señalado la necesidad urgente de atender problemas como la falta de infraestructura adecuada en la ciudad. Se sugirió que, en lugar de destinar recursos a proyectos cuestionables, se debería priorizar la construcción de una terminal de ómnibus digna.

La crítica también ha resaltado la tendencia a realizar “obras faraónicas” que no responden a las necesidades reales de la comunidad. La inconformidad generalizada ha llevado a un llamado a la acción, instando a las autoridades a reconsiderar sus prioridades y a fomentar una mayor sensibilidad hacia la cultura local.

La destrucción del mural ha abierto un debate sobre la importancia de preservar el patrimonio artístico y cultural de Puerto Rico, y la comunidad se mantiene firme en su exigencia de respeto hacia el trabajo y dedicación de sus artistas. (RMM)