Según estudio la contaminación atmosférica genera más casos de personas con eccema en la piel
Salud16 de noviembre de 2024Redaccion RMMUn nuevo estudio de la Universidad de Yale confirma el vínculo entre la contaminación del aire y el incremento de eccema, enfatizando la necesidad de medidas preventivas para proteger la salud de la piel. Las partículas PM2.5, provenientes de emisiones industriales, son un factor clave en el agravamiento de esta enfermedad dermatológica.
La contaminación atmosférica se ha consolidado como un factor crítico en el aumento de casos de eccema, una afección dermatológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Un estudio reciente, liderado por Jeffrey Cohen de la Universidad de Yale, analizó datos de más de 280.000 casos de eccema en Estados Unidos, revelando una fuerte correlación entre la exposición a partículas contaminantes PM2.5 y el incremento de esta enfermedad. Estas diminutas partículas, emitidas principalmente por vehículos y plantas industriales, intensifican las respuestas inmunológicas en la piel, agravando los síntomas de la dermatitis atópica.
Impacto de la polución y medidas preventivas.
Los hallazgos obtenidos subrayan la urgencia de implementar políticas ambientales que reduzcan la exposición a la contaminación. En regiones con altos niveles de PM2.5, se duplicaron los casos de eccema cuando estas partículas aumentan 10 microgramos por metro cúbico. Giuseppe Valacchi, experto en salud ambiental, recomienda que las personas en áreas contaminadas protejan su piel con ropa adecuada y limiten la exposición al aire libre durante picos de contaminación.
Comprendiendo la dermatitis atópica.
La dermatitis atópica, conocida como eccema, es una enfermedad crónica caracterizada por sequedad y picazón intensa. Esta condición no solo provoca molestias visibles, sino que también afecta la calidad de vida de diversas maneras, incluyendo infecciones secundarias y problemas de sueño. La contaminación del aire exacerba estos síntomas, especialmente en niños, reafirmando su papel como un riesgo significativo para la salud dermatológica.
El estudio destaca la relación entre la contaminación del aire y el aumento de casos de eccema, subrayando la necesidad de políticas ambientales efectivas para proteger la salud cutánea.