Tras el aumento de patologías alimentarias, dan consejos para una nutrición saludable
La buena alimentación ha dejado de relacionarse simplemente con el deseo de alcanzar ciertos estándares de belleza.
Salud09 de abril de 2022Redaccion Multimedios GenesisLa buena alimentación ha dejado de relacionarse simplemente con el deseo de alcanzar ciertos estándares de belleza. Lo que se come, cuándo, cómo e incluso lo que no comemos puede influir en nuestra salud. Los trastornos alimenticios no se ligan solamente a aquellos que son auto infligidos en relación con la auto percepción, sino a las enfermedades que se vinculan con la ingesta de determinados alimentos, a los ingresos que se disponen para diversificar nuestras comidas y a las costumbres que rigen nuestros gustos.
El servicio de nutrición del Hospital Dr. Ramón Madariaga cuenta con un grupo de especialistas que trabajan en forma interdisciplinaria con otros profesionales de la institución para abordar enfermedades como la diabetes y los diversos trastornos de la alimentación. Se trata de analizar la situación de cada paciente y entender cuáles son los hábitos que deben modificarse para iniciar un cambio alimenticio que redunde en efectos positivos para su salud. Se debe repensar la manera en que entendemos la malnutrición, pues no se trata solo de comer sino de ingerir los alimentos adecuados. La mirada del tratamiento debe ser integral para que los hábitos sean continuos y permanezcan a lo largo del tiempo. A los nutricionistas, se suman médicos de distintas especialidades y psicólogos.
La Lic. en nutrición Yamila Maimó forma parte del Servicio de nutrición del Parque de la salud Hospital Dr. Ramón Madariaga. Ella asegura que durante la pandemia hubo un aumento en el caso de los pacientes que fueron atendidos por patologías alimentarias y obesidad. Durante este año, se retomó el contacto con ellos y se puede realizar un seguimiento en forma individual. Una alimentación baja en nutrientes no siempre es el resultado de la falta de ingresos. A nivel social, se consume lo que demanda menos tiempo de preparación y lo que es más accesible económicamente. Comer en forma variada implica asumir un compromiso con la salud. Sobre este proceso de tomar conciencia Maimó dice: “Hay que darle su verdadero lugar, se trata de nutrirnos y alimentarnos.”
A través del sector de nutrición se atiende tanto a los pacientes internados como a los ambulatorios. El Instituto Misionero del Cáncer cuenta con una licenciada en nutrición que trabaja con pacientes oncológicos. Por su parte, se destaca en el sector de nefrología la Lic. Viviana Contreras y la Lic. Valeria Francioni es la responsable del sector de obesidad. Ella hace el acompañamiento de las reuniones semanales. Finalmente, de las enfermedades crónicas y psoriasis se encargan varias nutricionistas.
Maimó señaló que entre los pacientes que realizan sus consultas en el Hospital se ven enfermedades como obesidad, diabetes y enfermedades gastrointestinales. Algunos de ellos llegan al sector de nutrición por derivación de los médicos. A muchos, les cuesta adherirse a los cambios y hacerlo es necesario para que sea efectivo cualquier tratamiento que se acepte seguir. Maimó afirma que: “Hay que sacar los malos hábitos.”
Conseguir los alimentos para realizar la dieta forma parte de otra responsabilidad de quienes acepten el desafío de empezar a ser conscientes de cuánto influye la alimentación en nuestra salud. Se deben buscar precios convenientes y muchas veces se opta por la cercanía. Quienes viven cerca del Mercado Concentrador o de una Feria franca cuentan con este beneficio. Sin embargo, hay que ver a qué alimentos tienen acceso los pacientes, que pueden elegir comer y a su vez, ser ingeniosos con lo que poseen.
Con respecto al vínculo comida y emociones, la licenciada asegura que la comida cumple un rol social que varía de acuerdo a la persona. Socialmente estamos acostumbrados a comer para festejar, compartir alimentos por costumbre, comer bajo el imperio de la ansiedad y hasta se lo utiliza para calmar la tristeza. Cada individuo establece una relación diferente con lo que ingiere. Algunos dejan de comer y a otros la comida los calma. Maimó señala que: “Lo importante es saber por qué comemos y para qué comemos”. Si bajo algún estado emocional nos acercamos a la comida, deberíamos poder notarlo y pedir ayuda.
La nutricionista asegura que es necesario complementar el plan alimenticio con otros cambios. Ella dice: “Hay que hacer actividad física y meditación antes de recurrir a la comida.” En los distintos municipios de la provincia encontramos las plazas saludables que poseen aparatos para ejercitarse. También se puede optar por caminar o salir a andar en bicicleta. La actividad debe pensarse en relación con el estado físico de cada persona.
Asimismo, el proceso de llevar adelante una dieta equilibrada se relaciona con cambios sociales y económicos. Para una persona que vive sola es más fácil llevar a cabo la dieta indicada, sin embargo cuando el grupo familiar es numeroso se hace más difícil. Cada paciente se rige por determinadas costumbres y posee determinados fondos para abastecerse de los alimentos que necesita. En ocasiones, se deja de lado lo que se considera más sano puesto que se privilegian alimentos que rinden más y son del agrado de la mayoría.
A su vez recordó que siguen haciendo campañas de concientización el 14 de noviembre, día de la diabetes y el 16 de octubre que es el día mundial de la alimentación saludable.
Para comunicarse con el Hospital pueden hacerlo a través de la aplicación Alegra Med o pueden solicitar turnos al Sector Ala norte funciona nutrición y dietoterapia Teléfonos: (0376) 444-3700 Interno Nutrición - Informes (1118-1122)